Marrakech, dos días en la tierra del color

Marrakech (“Tierra de Dios” en bereber) es una de las ciudades más bellas de Marruecos y también una de las más enfocadas al turismo, no sólo del país sino del continente africano. Con un zoco laberíntico, una plaza llena de vida y multitud de rincones coloridos, Marrakech es un lugar lleno de encanto que cautiva a los más de 10 millones de visitantes que cada año llenan sus riads. ¿Os animáis a conocer con nosotras esta urbe africana?

Marrakech

portada

¿CÓMO LLEGAR A MARRAKECH?

Nosotras tomamos un vuelo con Iberia desde Barcelona, haciendo escala en Madrid (¡Gracias Rafael por tratarnos como a unas reinas en el avión!), mientras que la vuelta fue directa a Barcelona con Vueling: total 135€/persona. AeropuertoAl llegar a Marrakech hay que pasar el control de seguridad, donde hay que enseñar el pasaporte y una tarjeta que te darán en el avión donde la rellenas con tus datos y el nombre del lugar donde os hospedaréis ¡llevadlo a mano!. Tened también en cuenta antes de viajar que el pasaporte para los españoles debe expirar al menos 3 meses después de vuestra salida del país. Para otras nacionalidades pueden llegar a pedir hasta 6 meses de validez. Una vez pasado este control, ya estáis preparados para salir del aeropuerto y llegar al centro, o la zona donde os alojéis. Las dos mejores opciones son taxi o transfer. Ambas opciones son bastante económicas, pero muchos hoteles incluyen el transfer desde el aeropuerto, un detalle a tener en cuenta a la hora de reservar. Nosotras optamos por el transfer privado gratuito que nos ofrecían directamente en nuestro riad.

¿DONDÉ DORMIR EN MARRAKECH?

En nuestra opinión la mejor opción cuando se viaja a Marrakech es hospedarse en uno de sus riad en la Medina: tradicionales casas palaciegas con preciosos patios y jardines interiores. Los hay de todo tipo y para casi todos los presupuestos. Aunque obviamente no es la opción más barata de la ciudad, creemos que merece la pena invertir un poco más (a partir de uno 100€/noche) y dejarse mimar en uno de estos palacetes. Nosotras elegimos uno de riads mejor considerados en Booking y Tripadvisor: Les Nuits de Marrakech, situado a tan sólo a 5 minutos andando de la plaza principal Jemaa el Fna. El hotel es precioso, tiene 5 suites dobles (con opción a ser triples), a cada cual más bonita. Las habitaciones son espaciosas, los baños enormes (casi todos con ducha, pero la habitación azul, que era la nuestra, con bañera doble…un lujazo) y tienen todo lo necesario para una estancia muy cómoda (televisión, amenidades de baño, secador, agua mineral) y están muy limpias. Las paredes y techos son obras de arte talladas y la decoración está cuidada al detalle, con muchísimo gusto.

Habitación Baño patio Patio

Los servicios son estupendos, desayunoespecialmente el desayuno: fruta, tortilla, bollería, pan, msemmen (una especie de crepe salado), tortitas, yogurt, zumo natural…¡una delicia! Y siempre cumpliendo la máxima marroquí de que bajo ningún concepto te quedes con hambre, imaginaos…

Hay además una piscina con jacuzzi en el patio, que aunque no está climatizada se calienta con el sol y puede utilizar casi todo el año. También hay espacios alrededor del patio para sentarse y charlar, leer alguna de las guías que están en las mesas o tomar un té de menta, y una terraza superior con tumbonas.

Michael, uno de los dueños, estuvo siempre pendiente de nosotros, haciéndonos recomendaciones de visitas y restaurantes y velando porque estuviésemos cómodos y contentos en todo momento. Éramos un grupo de 9 personas (una compañía inmejorable, todo hay que decirlo :)), por lo que ocupamos prácticamente todo el riad, así que nos sentimos como en casa…bueno, mejor dicho ¡como en una casa de lujo! Es un pequeño paraíso en medio del barullo de la medina.

¿QUÉ HACER EN MARRAKECH?

Nosotras teníamos 1 día y medio para disfrutar de Marrakech, así que lo dividimos en 2 zonas:

DÍA 1

Invertimos la tarde en visitar el área más alejada, fuera de la Medina: la ciudad nueva. Para llegar hasta allí cogimos dos taxis. ATENCIÓN: los taxistas son muy listos y siempre intentarán rascar más dinero al ver que sois turistas. Marrakech tiene una especie de “tarifa plana” para estos trayectos cortos fuera de la Medina: 20DH (2€) de día y 30DH (3€) de noche.Kutubia Parad un taxi fuera de Jemaa El Fna (porque dentro no entran los coches), montaos y al llegar al destino dadle el dinero. Sin más, con una sonrisa y sin titubear. Por mucho que os intenten convencer de que es más, ni caso…no es cierto. Esta recomendación nos la dio Michael y comprobamos que fue muy acertada: nos montamos primero en un taxi, que al vernos cara de “guiris” nos dijo que el trayecto serían 40DH. Nos negamos a pagar esa cantidad y nos rebajó inmediatamente a 30DH, pero igualmente nos bajamos y cogimos otro taxi, que no nos dijo nada del precio al montar y que aceptó alegremente los 20DH de rigor cuando llegamos a la Place 16 Novembre. Si en vez de un taxi preferís coger un tuc-tuc en Jemaa el Fna, el precio aumenta a 40DH más o menos.

Esta parte de la ciudad no tiene casi nada bonito o demasiado llamativo. Si no tenéis mucho tiempo es totalmente prescindible, aunque sí es interesante ver la diferencia entre la Medina,Ciudad nueva mucho más tradicional, y la ciudad nueva, mucho más moderna y chic. Si tenéis suficiente tiempo podéis acercaros también a ver los jardines Majorelle, conocidos por ser propiedad de Yves Saint Laurent.

Paseamos por el barrio francés (Gueliz), el parque El Harti y llegamos a la zona más cara, donde se encuentran muchos de los hoteles de lujo, como La Mamounia, considerado uno de los palacios más bellos del mundo. La MamouniaNo podemos corroborarlo porque no nos dejaron entrar. Teníamos entendido que para pasar a tomar algo al bar y poder visitar las instalaciones bastaba con llevar pantalón largo, pero una vez allí nos dijeron que con deportivas (tipo Converse) no podíamos pasar de ninguna de las maneras. Así que nos quedamos en la puerta con un palmo de narices. Está visto que aunque seas el hijo del mismo rey si vas con deportivas te quedas en la calle 🙂

Así que después de esta desilusión nos volvimos de paseíto al centro, donde decidimos hacer un descanso antes de cenar y subimos a contemplar el atardecer sobre desde Les Terrasses De L’Alhambra mientras tomamos un té frío con sorbete de limón (Té Alhambra – 3,5€). Té AlhambraAlrededor de la plaza conseguir alcohol es bastante complicado, así que es una buena alternativa a esa cervecita fría que seguro estaréis deseando que sacie vuestra sed en la calurosa Marrakech. Este descanso nos vino bien para cargar las pilas y prepararnos para la aventura/guerra de buscar un puesto para cenar en la plaza.

DÍA 2

Al día siguiente conocimos en profundidad el Marrakech que realmente nos ha enamorado. Decidimos hacer un tour privado para que un guía local nos acompañase por la Medina, y sin duda fue un gran acierto hacerlo con Viajes Marrakech. Desde que nos pusimos en contacto con Nuria y Hamid nos atendieron fantásticamente por correo, resolviendo todas nuestras dudas y poniéndonoslo todo muy fácil para que disfrutásemos al máximo. A las 9:30h nuestro guía Adil nos recogió en el riad y nos llevó a descubrir la ciudad, el zoco y multitud de rincones increíbles de la Medina, que sin duda de otro modo no habríamos llegado a conocer. Adil es encantador y nos deleitó con su conocimiento de la ciudad, de su historia y de sus costumbres, contestando además siempre con una sonrisa sincera a todas nuestras preguntas (que no fueron pocas). Un tour totalmente recomendable que ha enriquecido nuestro viaje de manera notable. Si volvemos a la ciudad repetiremos con Viajes Marrakech sin dudarlo.

Viajes Marrakech

Durante casi 4 horas recorrimos la Medina con Adil, pasando por la Koutoubia, la Torre Ben Saleh, la Mederssa (escuela coránica) Ben Youssef, la qoubba almorávide, el Palacio de la Bahía, el barrio judío (Mellah), los mercados de especias, etc. Una de las cosas que más agradecimos de contar con la compañía de Adil fue la visita al Souk (zoco).

Tour Tour Tour Tour

El zoco es como un laberinto mágico, por el que es complicado moverse y no perderse, pero gracias a la experiencia de nuestro guía pudimos adentrarnos en lugares que seguro nos habríamos perdidos de ir sin él, ya que en muchos de los sitios que vimos no encontramos a ningún turista.

Zoco Zoco

El zoco se divide en distintas zonas por gremios (metal, cuero, tejidos, etc.), en las que tuvimos el privilegio de poder ver cómo se trabajaban multitud de materiales de manera totalmente artesanal. Si queréis comprar algo hay que regatear siempre, es un tira-y-afloja que ambas partes deben jugar, sino os mirarán raro. Normalmente el precio justo suele ser la mitad del precio inicial que os digan. Si no bajan hasta vuestro precio ideal les decís adiós con una sonrisa y os marcháis, no pasa nada. Si realmente les parece justa vuestra oferta os irán a buscar, sino es que habéis apuntado demasiado bajo y os tocará negociar mejor con otro comerciante. Si queréis sacarles fotos a ellos pedidles permiso primero, no cuesta nada y la mayoría de personas os dirán que sin problema. Eso sí, nada de fotos a las carnicerías halal ni a la gente que sale de las mezquitas, que os podéis ganar una bronca.

Especias Especias Especias Especias

Una vez finalizado este tour fuimos a comer y por la tarde volvimos al mercado de las especias del barrio judío, ya que queríamos comprar té con menta y algunos condimentos, como ras el hanout (una mezcla de especias típica del Magreb). Este lugar por el día es muy bonito, pero por la noche no es nada recomendable entrar. Tanto Michael como Adil nos dijeron que es bastante peligroso y está lleno de “strong spices” (especias “fuertes”. Cada cual que saque sus conclusiones 🙂

Como teníamos un lujazo de riad decidimos aprovecharlo un poquito más y nos fuimos a dar un chapuzón en la piscina y a descansar un rato en su magnífica terraza antes de salir a cenar y despedirnos de Marrakech.

 

¿DÓNDE COMER EN MARRAKECH?

Hay dos experiencias culinarias que os recomendamos encarecidamente:

1. La primera es ir a cenar a Jemma el Fna. Puesto 100La plaza, relativamente “tranquila” de día, se convierte en todo un espectáculo cuando cae la noche: encantadores de serpientes, grupos tradicionales cantando, monos usados como atracción turística y un olor peculiar…como de barbacoa gigante. Esto se debe a que más de 100 puestos de comida están concentrados en un mismo espacio. Al segundo de poner un pie en la zona de restauración os asaltarán un millón de camareros que tratarán por todos los medios de seduciros con ofertas para que vayáis a comer a su puesto. Son captadores natos, por lo que te sorprenden hablando en catalán, cantando canciones españolas e incluso alguno nos sorprendió con palabras en euskera, alucinante…No dejéis que la situación os supere. TajinBrochetasId calmados, siempre sonriendo, amables pero sin darles mucha conversación, y dad una vuelta hasta que encontréis un sitio que os guste. Respecto a la comida, la oferta es muy similar en todos ellos: brochetas a la brasa, costillas, ensaladas, tajin de cordero o pollo, cous cous, pescado a la parrilla, etc. Nosotros nos decidimos por el puesto nº100, porque tenían bastante espacio para nuestro numeroso grupo y nos ofrecieron las bebidas gratis. Cenamos un poco de todo (no dejéis de probar las berenjenas y las patatas fritas), a compartir, y la verdad es que para la locura que reina en el lugar y el precio que pagamos (unos 6€/persona) la comida no estaba nada mal. Eso sí, preparaos para salir de allí con un importante olor a “churrasco” en la ropa.
Grupo

2. La segunda opción, totalmente opuesta a la oferta callejera, es una cena de lujo en Dar Cherifa. Y cuando decimos “de lujo” no nos referimos a su precio (11€/persona), sino a tomar una deliciosa cena en un lugar alucinante. Dar Cherifa está situado en el patio interior de un riad, muy elegante, con mesas bajas y sillones, y decorado con obras de arte. Muy cerca de la plaza, pero bastante escondido entre callejuelas. Llegar hasta requiere disponer de un mapa detallado de la ciudad (nosotras siempre usamos la app City Maps 2 Go para descargar mapas y usarlos sin conexión), con el que nos fuimos orientando fácilmente por el entramado de calles. Merece la pena la búsqueda, porque cuando se cruza su umbral uno se encuentra inmediatamente en un reducto de paz. Aviso: casi imprescindible reserva previa, ya que el número de mesas es muy reducido. La comida fue exquisita y el trato de sus camareros un 10 absoluto. Pedimos todo para compartir: surtidos de ensaladas típicas y de verduras como entrante; tajin de kefta (una especie de albóndigas con tomate riquísimas) y cordero con frutos secos como platos principales; y baghrir («tortitas de mil agujeros»), dulces marroquíes y crème brûlée como postres. Una velada espectacular, en un lugar increíble y a un precio de escándalo (como el alcohol no está permitido en casi ningún sitio, las cenas se abaratan bastante, todo hay que decirlo).

Dar Cherifa Kefta Cordero

Alrededor de la plaza hay muchos otros restaurantes que están bien para comer o cenar, pero son más “normales”. Por ejemplo, a unos 5 minutos de Jemaa el Fna se encuentra Un dejeneur a Marrakech (unos 13€/persona). Es caro respecto a otros sitios, pero tienen una preciosa terraza superior. Otro sitio con terraza bastante más económico (6€/persona) y con comida rica (allí probamos la pastilla de pollo, que hasta entonces no habíamos comido en ningún sitio) es el restaurante del Hotel Ali, situado en una de las calles que salen de la plaza.

 

La ciudad nos ha enamorado por su gente, su color y el encanto de su Medina. Es una escapada perfecta de fin de semana si sólo visitáis la ciudad, y un destino fantástico de vacaciones si decidís recorrer otras ciudades del país, ¡porque Marruecos tiene mucho que ofrecer!

De hecho antes de volver a Barcelona pasamos un día más en Marruecos, que aprovechamos para visitar uno de los pueblos más cinematográficos de la región, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1987: Aït Ben Haddou.

 

 

 


Resumen

CUÁNDO: Abril 2016

DÍAS: 2

ALOJAMIENTO: Les Nuits de Marrakech

¿DÓNDE COMER?: Plaza Jemaa El Fna; Dar Cherifa; Restaurante del Hotel Ali; Un dejeuner a Marrakech

TRANSPORTE: Vuelos a/desde Marrakech; taxi

ACTIVIDADES/VISITAS: Visita por la Medina con Viajes Marrakech

DIVISA: MAD – Dírham marroquí Conversor de divisa

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9 pensamientos en “Marrakech, dos días en la tierra del color

  • 20 abril, 2016 a las 12:53
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    No dejáis de asombrarme por la facilidad que tenéis para encontrar la esencia del lugar.Vamos,lo mas interesante que hay que conocer como lo mas original del País,Ciudad o pueblo. Y el capitulo de precios,allí en Marrackech,es de nota,
    Otra experiencia mas, muy bien contada, por lo practica que resulta para los novatos.
    ¡¡Y las fotos¡¡ Tenéis mas que buen ojo,¡¡ojazo¡¡. Mucha paciencia de espera. Muy buenas.
    A seguir asombrándonos con el siguiente capitulo.
    Besos a las dos.

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  • 20 abril, 2016 a las 19:50
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    Muchas gracias Julián por tu comentario, nos encanta que te guste y te resulte útil. Seguimos trabajando duro para que nuestros consejos sean útiles para todos. Un abrazo!

    Sandra & Itziar

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  • 21 abril, 2016 a las 18:37
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    Fantástica narración de vuestro viaje…vuestra sencillez a la hora de contar el más ínfimo detalle hace que la vivencia viajera de todos los que os seguimos sea un verdadero placer… Gracias por ayudarnos a conocer vuestro maravilloso mundo… Esperamos ya el próximo capítulo… Próximos capítulos, porfa!!!

    Responder
    • 21 abril, 2016 a las 18:40
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      Muchas gracias por estas bonitas palabras Christian! Nos alegramos mucho de que te guste y esperamos sobre todo que nuestros consejos te sean útiles y nuestras vivencias te animen a viajar mucho! Un abrazo

      Responder
  • 22 abril, 2016 a las 15:56
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    Se nota lo bien planificado del viaje. Y tiene pinta de que la visita por la medina tuvo que ser muy completa, teniendo en cuenta la duración y que visteis espacios menos turísticos como la qoubba almorávide.
    Lo único, si me permites, es hacerte una ligera corrección con respecto a los riads. Tal y como tú lo expresas (te pido disculpas si lo he malentendido) da la sensación de que los riads son espacios más lujosos que los hoteles, pero por el contrario son más caros. En mi opinión no es así, e incluso puede llegar a ocurrir que un riad cueste más barato que un hotel. La razón probablemente se debe a que hay una oferta (y por tanto competencia) enorme en cuanto a riads, y que aun así hay gente que se sigue decantando por hoteles, porque no les termina de convencer instalarse en ese tipo de alojamientos

    Evidentemente como comento hay todo tipo de precios (desde 25 euros la noche hasta lo que quieras), y a cada precio le corresponde una reforma más o menos acertada y más o menos espacio y/o servicios, pero como la oferta es tan grande, la horquilla de precios es tremenda y resulta poco probable que alguien se decante por un hotel por una cuestión económica. Saludos!

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    • 23 abril, 2016 a las 09:20
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      Hola Rafa! Muchas gracias por tu comentario. Realmente ha sido una visita fantástica y efectivamente en parte fue porque vimos muchas cosas bastante inesperadas.
      Respecto a los riads tienes toda la razón, los hay de todo tipo y de todos los precios. Nosotras hablamos de un rango de riads concreto en base a nuestra experiencia personal, por supuesto, ¡pero hay infinitas opciones!. Está claro que siempre habrá quien prefiera ir a un hotel que a un riad por el tipo de servicios que ofrecen (incluso cuando tengan la misma tarifa) pero nosotras desde luego creemos que en un sitio como Marrakech hay que disfrutar de la experiencia de alojarse en un riad porque es algo que no se podrá hacer en muchos otros sitios del mundo, ¡no se puede perder la oportunidad! 😉

      ¡Un saludo y gracias por seguirnos!

      Sandra & Itziar

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      • 25 abril, 2016 a las 09:29
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        Completamente de acuerdo contigo. Ir a Marrakech (o cualquier lugar de Marruecos) y no alojarse en un riad me parece un sinsentido. Es como ir a Marruecos y comer a base de pizzas, hamburguesas y demás comida rápida.

        Personalmente, siempre que alguien nos pide reservar en un hotel intentamos insistirle en alojarse en un riad. Aun así, hay gente que no termina de convencerse, principalmente porque ese tipo de cercanía en el alojamiento no les convence. Y nosotros siempre le decimos que ir a Marruecos y no terminar estableciendo cercanía con los marroquíes es tarea casi imposible, pero aun así hay gente que se resiste 😛

        Saludos

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  • 30 diciembre, 2016 a las 23:57
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    Sandra & Itziar actualizando la web, he llegado de nuevo a vuestro post y vídeo del viaje. Que preciosas fotos y fantastico post! Nos alegramos que disfrutarais de nuestro guía Adil y vuestro paso por la medina. Por cierto, suerte en esta vuelta al mundo. Ya en breve Nueva Zelanda! Os vamos siguiendo los pasos. Esperamos que vuelva a caer Marruecos en vuestro destino. Un fuerte abrazo

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    • 31 diciembre, 2016 a las 01:56
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      Muchas gracias, lo pasamos genial y creemos que esta reflejado en el post. No sabemos cuándo pero seguro que volveremos. Un abrazo desde Nueva zelanda.

      Responder

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