La Habana, otra Cuba
La Habana es la joya de la corona, la guinda del pastel cubano. Nosotras lo dejamos para el final de nuestro viaje y nos marchamos del país con muy buen sabor de boca. Eso sí, hay que tener en cuenta que La Habana es otra Cuba, con una realidad muy distinta a la de resto del país en casi todos los sentidos.
¿CÓMO LLEGAR A LA HABANA?
Nosotras veníamos desde Viñales y utilizamos un colectivo (30CUC las dos) porque era lo más práctico. Podéis tomar colectivos a La Habana desde casi cualquier punto del país, pero calculad bien las distancias, porque un viaje muy largo en estos coches se os puede hacer absolutamente eterno.
En La Habana además se encuentra el aeropuerto más transitado de todo el país, así que llegra en avión es sencillo, tanto desde otros países como desde otras provincias de Cuba que cuentan con aeropuerto. Para llegar desde el aeropuerto a La Habana lo más sencillo es tomar un taxi, que suele costar entre 20-30 CUC. No hay transporte público desde el mismo aeropuerto, pero hay gente que opta por tomar un taxi hasta la parada R. Boyeros (unos 5 CUC) y desde allí toma el autobús local de la línea P12 hasta el Parque de la Fraternidad, y de allí otro taxi hasta su alojamiento. Esta opción puede ser más barata, pero después de saber cómo funciona el transporte público cubano (o mejor dicho de ser consciente de no saber) decidimos que no merecía la pena tanto esfuerzo y tiempo por ahorrar un poco de dinero. Nosotras, como os decimos, llegamos a la ciudad en colectivo, pero nos marchamos en avión, así que pagamos un taxi y listo, nos compensaba.
También se puede llegar a La Habana en autobús Viazul desde casi todos los puntos del país, ya que La Habana es el punto de partida y el destino final de la mayoría de trayectos de esta compañía, pero hay varias terminales, así que hay que tener claro en cuál bajarse para no irse muy lejos de donde nos venga bien.
¿DÓNDE DORMIR EN LA HABANA?
En La Habana hay muchísimas casas de cubanos pero también una oferta mucho mayor de hoteles que en el resto del país, así que quizá aquí es una buena opción echar un vistazo a todas las opciones disponibles, porque un hotel igual os sale hasta mejor. Tened en cuenta que en La Habana todo es un poco más caro que en el resto de Cuba, y el alojamiento no se escapa de esta subida de precios, así que hay que aumentar un poquito el presupuesto.
En cuanto a las mejores zonas, por supuesto La Habana Vieja es un lugar fantástico y os garantizáis estar cerca de todo. Nosotras estuvimos en la zona de El Vedado en casa de una amiga y estuvimos la mar de bien, porque es una zona muy bonita, super tranquila, segura, con muchas cosas que hacer, y paseando se llega fácilmente a la Habana Vieja en unos 30 minutos. Además fue otra de esas experiencias maravillosas en las que pudimos vivir «a lo cubano», o más bien «a lo habano» en este caso y disfrutamos de la ciudad de un modo muy especial, comimos en sitios estupendos, conocimos gente maravillosa, tuvimos charlas suuuuuper interesantes, fuimos a conferencias de cine cubano ¡y hasta salimos de fiesta en La Habana! Lo hicimos TODO y nos encantó.
Si vuestro presupuesto está por encima del mochilero y os queréis alojar en un lugar suuuuuper especial de La Habana os recomendamos Arte Hotel Calle 2. Los dueños de este hotel boutique son el matrimonio formado por Laura de la Uz (actriz cubana a la que podéis ver en películas como Yuli, buenísima por cierto) y Héctor Garrido (fotógrafo español afincado en Cuba, autor por ejemplo de las impresionantes imágenes aéreas de la película «La Isla Mínima»). Todo el hotel está lleno de obras de arte y cada detalle cuidado con el mayor de los mimos. Y ellos más encantadores y más interesantes no pueden ser, os encantará la experiencia seguro.
¿QUÉ HACER EN LA HABANA?
Nosotras estuvimos 5 días, pero en La Habana te puedes quedar 5 días o 5 años, porque siempre encontrarás algo que hacer: visitar un museo, ir a un concierto, al cine, a festivales… la oferta es muy grande. La Habana atrapa un poco, porque el ambiente es muy especial, pero si tenéis poco tiempo con 2-3 días de patear a tope puede ser suficiente.
Por supuesto la parte más increíble y especial de la ciudad es La Habana Vieja, un lugar del que os quedaréis irremediablemente prendados. Aquí se encuentran los lugares más emblemáticos de la ciudad y los edificios coloniales más bonitos. Pasear por La Habana Vieja es un placer para todos los sentidos.
Sin extendernos mucho, algunos sitios que creemos no os podéis perder en La Habana Vieja son:
La Plaza de Armas, la Catedral del San Cristóbal, el teatro Alicia Alonso, el edificio Bacardi, la Plaza Vieja (muy recomendable aquí la visita a la Fototeca, que es gratis y tiene unas preciosas vistas de la plaza), el Monasterio de San Francisco de Asís y el Capitolio (parecerá tal cual que estáis en Washington DC, pero no).
Por supuesto en algún momento os encontraréis paseando por las calles Obispo y Mercaderes, dos de las calles más interesantes y transitadas del centro de La Habana. También muy cerca, en la zona de la calle Villegas, se encuentra el llamado Barrio del Arte, y si queréis visitar una tienda de lo más chula, reivindicativa, innovadora y con diseño 100% cubano no dejéis de pasar por Clandestina, ¡os lo querréis llevar todo!
Si os apetece hacer una ruta un poco más “alcohólica” podéis visitar el Museo del Ron o la destilería de Habana Club, aunque nosotras os recomendamos que vayáis a alguna destilería menos turística en otras partes de Cuba, que tendrán más encanto que estos sitios tan comerciales. También podéis seguirle la pista a Hemingway, que debe ser el hombre que más ha viajado del mundo, de bar en bar eso sí, porque en todo el mundo hay bares donde este señor se tomó alguna que otra copita. La Habana no podía ser menos, y en pleno centro encontraréis dos locales donde Mr. Hemingway se tomaba sus daiquiris (La Floridita) y sus mojitos (La Bodeguita del Medio). Eso sí, os advertimos que ambos bares están siempre atestados de gente y las bebidas son más caras de la media cubana (unos 5CUC), pero son dos lugares míticos, al menos id a verlos por fuera.
Si lo vuestro son los museos, en La Habana podéis visitar el Museo de la Revolución (8CUC), ubicado en el precioso edificio del antiguo Palacio Presidencial. Es uno de los museos más interesantes y completos de Cuba, porque reúne mucho material y colecciones relativos a la revolución cubana. La entrada incluye también la visita al recinto donde se guarda el Yate Granma, en el que Fidel Castro llegó a Cuba para comenzar la revolución. El Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba también tiene una buena colección de arte sobre todo cubano y unas exposiciones temporales interesantes.
Si os acercáis a la Plaza de San Francisco podréis ver al otro lado de la bahía el Parque Histórico Militar Morro Cabaña, con las fortalezas de los Tres Santos Reyes y la de San Carlos de la Cabaña. Ambos lugares pueden visitarse tomando un taxi desde la Habana Vieja (unos 5-6 CUC) o en ferry, que se toma frente a Nuestra Sra. De Kazán y lleva a la zona del gran Cristo que preside la bahía.
Desde La Habana Vieja se puede fácilmente recorrer parte del famosísimo Malecón de La Habana, uno de los lugares con más ambiente nocturno de la ciudad, pero a nosotras nos gusta más de día, para pasear junto al mar. El recorrido a pie entre La Habana Vieja y el Vedado merece la pena, la verdad. Atención a los/as jineteros/as en esta zona, que están que acechan, y paciencia con los vendedores ambulantes, que hay muchos y un poco pesaditos…
Saliendo de La Habana Vieja podéis recorrer los barrios de Habana Centro y El Vedado. En esta zona hay muchas galerías de arte, restaurantes de moda, centros culturales, cines, etc. Los jardines de la universidad son muy famosos también y se pueden visitar. Pero sin duda uno de los lugares más emblemáticos de la zona es la Plaza de la Revolución, donde se encuentran las famosas esculturas de José Martí, el Che Guevara y Camilo Cienfuegos, personajes clave en la Revolución Cubana.
Como veis, La Habana es una ciudad muy especial, con mucho encanto y mil cosas que hacer, pero como os decíamos al principio, es otra Cuba. No decimos que vivir en La Habana sea fácil, ni mucho menos, o que no haya escasez o corrupción o cualquiera de los otros problemas y retos que los cubanos afrontan cada día, pero la verdad es que es aquí la vida es diferente. La ciudad recibe muchos privilegios del gobierno central y a todos los niveles es un lugar mucho más avanzado, sus habitantes tienen acceso a una mejor formación educativa, mejores trabajos, sueldos mayores, mejor acceso a la cultura, a la sanidad y en general a los recursos básicos. La Habana es un lugar maravilloso y os va a cautivar muchísimo, de verdad, pero no se entiende Cuba si solo se visitan La Habana y las playas paradisíacas, es necesario ver más, hablar con gente, comer local, visitar lugares alejados de los centros de turismo y conocer su historia para tratar de entender por qué este país es como es. Cuba es, para lo bueno y para lo menos bueno, un país diverso y único como no hay otro en el mundo.
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